Se retiró el gran lateral

Sorin recibió un merecido homenaje en el Mineirao ante 64.000 brasileños que fueron a decirle adiós a uno de sus ídolos.



uan Pablo Sorin le dijo adiós al jugador. A los 33 años, eligió dejar el fútbol antes de que el fútbol lo dejara a él. Y se fue feliz. Rodeado por los amigos que fue haciendo a lo largo de estos 15 años de carrera. Contenido por el amor de su mujer, Sol, y de su hijita, Elizabetta. La despedida fue allí, en Belo Horizonte, donde consiguió tres copas en su primera etapa y donde los torcedores del Cruzeiro lo adoptaron como ídolo. Por eso ayer unos ¡64.000 brasileños! canjearon una entrada por un alimento no perecedero para estar en el Mineirao para despedirlo.

Gran emoción transmitió Sorin en esas palabras que le dirigió a la torcida antes del partido. Ahí fue cuando se escuchó la primera ovación para el lateral-volante izquierdo. Luego, el grupo Skank (una banda muy popular en Brasil) apareció en escena para que la fiesta fuera levantando temperatura. Y, antes del plato principal, hubo un picadito en el que se lucieron Raí, Sócrates, Francescoli, Rincón, Salas, Defederico y muchos futbolistas reconocidos. Vinieron los himnos, los fuegos artificiales y el show (o no tanto, porque podrían haberse divertido un poquito más). Juampi arrancó con la camiseta del Cruzeiro, de delantero, con las libertades que sólo él podía tomarse en este día histórico. Tan histórico que el chileno Peric, en medio del encuentro, tomó su camarita digital para dejar esa imagen como recuerdo único. Para el segundo tiempo Juampi salió a la cancha con la casaca del Bicho, a modo de agradecimiento al club que lo formó como jugador. Al menos le regaló esos diez minutos a la gente de la Paternal que tanto cariño siente por Juampi.

Sorin ya se convirtió en un ex jugador. Pero el fútbol siempre lo recordará por lo que él tanto le dio.

Fonte: Olé